Este es el truco definitivo y sencillo para sellar las grietas en las paredes en pocos pasos
Con dos ingredientes que seguro tienes en casa puedes tapar fácilmente las grietas en la pared
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Las grietas en las paredes son un problema muy común que afecta a muchas viviendas. Aunque no siempre suponen un riesgo estructural, sí que pueden afectar a la estética y al aislamiento térmico y acústico de la casa. Por eso, es importante repararlas cuanto antes y evitar que se agranden o se extiendan. Lo mejor para taparlas es la masilla, pero en el caso de que no tengas o que desees una solución casera, será bueno conocer el truco definitivo y sencillo para sellar las grietas en las paredes en pocos pasos.
El truco para sellar las grietas en las paredes en pocos pasos
Existen muchos productos y técnicas para sellar las grietas en las paredes, pero la mayoría de ellos requieren de herramientas especiales, materiales costosos o una gran habilidad. Sin embargo, hay un truco definitivo y sencillo que te permitirá sellar las grietas en las paredes en pocos pasos y con resultados sorprendentes. Se trata de usar bicarbonato de sodio y pegamento blanco, dos ingredientes que seguramente tienes en casa o que puedes conseguir fácilmente.
El bicarbonato de sodio es un compuesto químico que tiene muchas propiedades y usos, entre ellos, actuar como un agente de relleno y endurecimiento. El pegamento blanco, por su parte, es un adhesivo que se usa para unir diferentes materiales, como el papel o la madera. Al mezclar estos dos ingredientes, se forma una pasta que se puede aplicar sobre las grietas y que se seca rápidamente, creando una superficie lisa y resistente.
Para usar este truco, solo necesitas seguir estos pasos:
- Limpia la zona de la grieta con un paño húmedo para eliminar el polvo y la suciedad.
- Mezcla en un recipiente una parte de bicarbonato de sodio y una parte de pegamento blanco hasta obtener una pasta homogénea. Puedes ajustar la cantidad según el tamaño de la grieta que quieras reparar.
- Aplica la pasta sobre la grieta con una espátula o con los dedos, presionando bien para que penetre en el interior. Rellena toda la grieta y alisa la superficie con la espátula o con un paño húmedo.
- Deja que la pasta se seque por completo, lo que puede tardar entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la temperatura y la humedad del ambiente.
- Una vez seca, la pasta habrá formado una capa dura y blanca que habrá sellado la grieta. Si quieres, puedes pintar sobre ella con el color que prefieras para que quede más disimulada.
Y así de fácil y rápido puedes sellar las grietas en las paredes con bicarbonato de sodio y pegamento blanco. Este truco es muy efectivo para reparar grietas pequeñas o medianas, de hasta unos 5 milímetros de ancho. Para grietas más grandes o profundas, es recomendable consultar con un profesional o usar otros métodos más adecuados.